Al igual que el resto de París, los monumentos y sitios que visitar
son caros. Aunque se quieran visitar solo los lugares emblemáticos puede
que estemos cerca de los 60 euros de gasto por persona.
Si pones en google París ratas
puedes hacerte una idea de lo que te espera. Cerca de nuestro hotel
había un mercado. Eran un par de calles donde las tiendas sacaban a la
calle un puestecillo en lugar de tener que entrar dentro a comprar.
También había algunos puestos que no pertenecían a ninguna tienda y eran
de gente que venía y los montaba para vender sus mercancías. Había de
todo, alimentos, cosmética, ropa, complementos, etc. Varios días, cuando
volvíamos por la noche al hotel y pasábamos por esas calles cuando
estaba ya todo desmontado, se nos cruzaron algunas ratas. No eran calles
muy transitadas y estaban bastante oscuras, eso unido a los restos de
comida que podían quedar las debían hacer muy propicias para ellas.
Las
copas en París deben ser carísimas porque en su hora feliz -que solía
comprender un periodo de 2 o 4 horas entre las 4 y las 10 de la tarde-
los precios eran como los de Madrid de madrugada: entre 6 y 12 euros.
Fuera de la hora feliz no quiero ni imaginarlo.
Lo de que en
España somos los más maleducados y que cuando sales por Europa si ves a
alguien gritando, colándose en una cola o quejándose de algo, es
español, es mentira. París está masificado, vayas a donde vayas hay
mogollón de gente, da igual que sea el Montmatre, la Torre Eiffel, los
parques o las catedrales. En todos lados hay mucha gente. Y donde hay
mucha gente hay más posibilidades de encontrar gentuza, y los hay de
todos los países: holandeses, franceses, alemanes, rusos o ingleses, da
igual, en todos lados cuecen habas. Lo más descarado que vimos fue en la
Torre Eiffel. Después de esperar más de dos horas de cola y de llegar a
la zona en que la cola empezaba a discurrir entre vallas, nos
percatamos que una familia (abuelo, abuela, hijo, mujer y nieta) se
colocaban muy cerca de la cola y de las vallas y que disimuladamente
hacían como que se metían poquito a poco. Nosotros dijimos que ni de
coña se ponían delante nuestra, que en dos horas sabíamos de sobra quien
teníamos delante y quien detrás así que pasamos y les dejamos atrás. De
vez en cuando, mirábamos y veíamos que la gente hacía lo mismo pero que
cada vez estaban más mezclados y más cerca de pasar a las vayas. Un par
de vueltas de cola después vimos que lo habían conseguido. No entiendo
como hubo alguien que les dejó ponerse delante suya.
La primera
vez que estuvimos en la Torre Eiffel eran las 8 de la tarde y la cola
para subir solo estaba dentro de las vallas. Había unos paneles en los
que ponía que para subir a la cima había una demora de 45 minutos. Como
en esa zona no hay muchos restaurantes, pensábamos que se nos iba a
hacer tarde para cenar y que lo dejábamos para otro día. Ese fue nuestro
mayor error. Al final, como no nos pillaba bien, lo fuimos dejando,
dejando y acabamos yendo el domingo. Pensábamos que si íbamos a primera
hora, antes de que abrieran, tendríamos menos cola, pero llegando media
hora antes de la apertura ya tuvimos que hacer más de dos.
Hay
muchos sitios en París en los que hay gente que habla español, por lo
menos un poco. Si no sabes francés, en inglés también te entienden en
casi todos lados. Una cosa que me pasó un par de veces es que como me
parecía absurdo ponerme a hablar en inglés con una persona que a lo
mejor sabía español, intentaba hablarles en francés pero en seguida me
decían algo en francés que no entendía y me pasaba al inglés creando un
poco de desconcierto que se unía a que cuando no hablaba con ellos lo
hacía en español por lo que se mezclaba un poco todo.
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